jueves, 20 de diciembre de 2012

KHALIL, UNA LECCIÓN DE VIDA



UNA LECCIÓN DE VIDA
 
 
Khalil
 

 

Khalil tenía 19 años cuando salió de Marruecos. Como muchos otros jóvenes, venía a buscar una vida digna para él y para su familia. Vivía en un suburbio de Tánger, era el mayor de siete hermanos, su padre vendía naranjas en las carreteras. Su familia había conseguido con esfuerzo reunir el dinero suficiente para pagarle el viaje. Él era la única esperanza para esa familia, la única manera de conseguir escapar de la miseria. Khalil llegó a Barcelona sin dinero y sin papeles. Fue antes del estallido y consiguió trabajos esporádicos en la construcción, mal pagados gracias a la inagotable codicia de los constructores. También se metió en algunos líos de peleas, nada grave.

 Un día de verano, dos años después, los sueños de Khalil se truncaron al tiempo que se fracturó varias vértebras cervicales tirándose al mar desde unas rocas. La muerte le rozó. Quedó tetrapléjico. Después de dos años de operaciones e interminables sesiones de rehabilitación, pudo mantener la cabeza y el tronco erguidos y obtuvo algo de movimiento del brazo derecho. Lo cual le permitió usar una silla de ruedas eléctrica de manera autónoma.

 Así fue como yo lo conocí. Acababa de verme obligada a abandonar mi trabajo debido a mi salud y una amiga me aconsejó hacerme voluntaria del hospital-residencia donde ella trabajaba.

 Khalil estaba sentado delante de un viejo ordenador que le había conseguido la asociación de voluntarios. Ayudado por una férula que le sujetaba la muñeca de la mano derecha y en la que habían insertado un punzón de madera con el extremo de goma, tecleaba copiando unas páginas de ”El Principito” sin entender una sola palabra de las que escribía. Pero eso le permitió conocer nuestro alfabeto y la posición de las letras en el teclado.

 El fisioterapeuta nos presentó y recibí una sonrisa blanca y cálida que me erizó los sentimientos. Le di dos besos. “Marta, será tu profesora”, le dijo el fisio.

Hablaba español aunque con dificultad. Mi función consistiría en enseñarle a hablarlo correctamente e iniciarlo en nuestra escritura. Me confesó que el árabe tampoco lo escribía muy bien, no había ido apenas a la escuela en Marruecos. La silla la manejaba moviendo un único mando con el dedo pulgar de la mano derecha, ya que el brazo izquierdo lo tenía inmóvil.

 Khalil seguía con su proceso de rehabilitación con tesón y voluntad. Yo iba dos días a la semana y le fui enseñando el abecedario, primero escribía solo palabras y pequeñas frases. Al cabo de un tiempo era capaz de redactar brevísimas narraciones sobre su vida cotidiana, o sobre fútbol, es culé hasta la médula. Poco a poco fue recuperando cierta movilidad en ambos brazos, sobre todo en el derecho, fortaleció las muñecas y el movimiento de los brazos desde los hombros. Cada día era para mí una sorpresa ver su evolución y sus logros, de los que él se sentía enormemente orgulloso.

 Estuve un tiempo sin poder ir a verlo y por fin una tarde de domingo me acerqué al hospital. En el momento en que entré en su habitación el Barça estaba marcando un gol y Khalil levantó ambos brazos celebrándolo. Yo no pude evitar un grito: “¡Khalil, has subido los dos brazos!” Nos dimos un largo y emocionado abrazo: él por el gol del Barça, yo por haber visto cómo levantaba los brazos.

 Seguimos con el proceso de aprendizaje. Un día le dije: “Khalil, vas a aprender a escribir sin ordenador, con un lápiz, para que puedas firmar con tu nombre.” Me miró con escepticismo. Le separé de la mesa del ordenador y le acerqué a otra. Puse delante de él una libreta con el escudo del Barça en la tapa y sustituí el punzón de la férula por un lápiz. Le dije: “Ábrela”. Con dificultad y ayudándose de las palmas de ambas manos, lo hizo. Empezamos a trabajar con las letras de su nombre, primero en mayúsculas, hasta que fueron legibles. Pocos días después de haber acabado con la L nada más entrar me dijo: “¡He firmado con mi nombre en un papel del hospital!” No pude evitar abrazarlo emocionada.

 

Continuamos trabajando todas las letras mayúsculas y luego las minúsculas. Como hacía con el ordenador, empezó a escribir breves frases. Poco después y viendo sus mejoras físicas, le conseguí un portátil nuevo y una conexión a Internet. Ahí se  abrió un mundo inimaginable para él. Le enseñé a usar un navegador, un correo electrónico, un tratamiento de textos, comunicarse por skype con su familia, chatear, intercambiar mensajes conmigo y con sus amigos. En fin, Khalil salió de su habitación para volver al mundo real a través del virtual. Ahora estamos intentando conseguir una parabólica para que pueda ver todos los partidos del Barça.

 Desde que lo conocí, Khalil me dio, y me sigue dando cada día, una lección de ganas de vivir, de espíritu de superación, que me enseñó que nunca hay que decir “es imposible, no puedo.” Es solo una cuestión de tesón y voluntad.
 
 
 
 
 
 
 


 
 
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DOS EJEMPLOS DE ESFUERZO PERSONAL

Os presentamos dos casos con protagonistas diferentes pero con importantes puntos en común, con la intención no solo de darlos a conocer sino de que puedan servirnos como hitos de reflexión.

Ambos protagonistas, Iván (ver blog 08/12/2012) y Khalil, ejemplos a seguir.

martes, 18 de diciembre de 2012

EL GUIÓN. 'Club de Lectura'.







Como anunciábamos en el anterior post, quedaba pendiente hacer realidad este particular encuentro no con Autor, sí con la guía perfecta, de práctica  lectora  que fue más allá del mero comentario de un  libro.
Para dar una idea cabal de cómo se desarrolló la sesión, os adjuntamos el guión completo elaborado por  José Luis Lamana. En un estilo cercano,  ampliamente documentado y con una sorprendente visión pedagógica.  Hasta el punto de que tras la  larga  hora y media de exposición,  todos tuvimos la sensación de descubrir la obra en los rincones si no invisibles, al menos desapercibidos.  De releerla, esta vez sin duda dándole sentido a todos y cada uno de los aspectos. Valió la pena.  Mereció el acierto de contar con tu inestimable empuje, José Luis.
Cada cual expuso sus puntos de vista y aportó opiniones   que siempre enriquecen y dan viveza al ambiente  por lo demás tan cordial de nuestro mimado Club de Lectura. 
 Hemos tomado nota de que es posible abrir más de un horizonte en la lectura de cualquier libro. Basta con admitir y dar por óptima la ayuda de una buena guía didáctica. En este caso, sin discusión, perfecta.
De nuevo, gracias, José Luis, profesor y amigo.


El lector de Julio Verne                                         Almudena Grandes

 

Análisis e interpretación

 

1-INTRODUCCIÓN

 
           El lector de Julio Verne es la segunda entrega de los Episodios de una guerra interminable, ambicioso proyecto con el que Almudena Grandes aborda la problemática de la posguerra española en diferentes rincones de nuestra geografía. Después de haber publicado en 2010 la primera novela de la serie, Inés y la alegría, en ésta se centra en los hechos acaecidos en el trienio 1947-1949 en la Sierra Sur de la provincia de Jaén. El resto de la serie lo han de componer: Las tres bodas de Manolita (Madrid 1940-1950), Los pacientes del doctor García (Madrid-Buenos Aires 1945-1954), La madre de Frankestein (Manicomio de Ciempozuelos, Madrid 1955-1956),  Mariano en el Bidasoa (Castuera- Eibar 1939-1964).
                Como podemos extraer a través de la nota de la autora, la historia de Nino es la historia de Cristino Pérez Meléndez, personaje real, como reales son también los nombres de las poblaciones, los apodos de los personajes, la leyenda, la ambientación…. Aunque son muchos los datos que Almudena Grandes nos ofrece en la citada nota acerca de la recreación histórica, a nosotros nos compete interpretar cómo la historia se convierte en literatura.

 

2- EL GÉNERO

 
·         Novela de AVENTURAS: A. Grandes (peripecias personales….).
·         Novela de TERROR: A. Grandes (dramatismo individual de lo vivido…).
·         Novela HISTÓRICA: recreación de una etapa de la hª de España.
·         Novela de APRENDIZAJE: visión retrospectiva y justificación (imitación). La historia nos es contada por un niño ya adulto, probablemente desde nuestro propio presente. Es su memoria personal y su condición de hijo de guardia civil, que vive en primera línea los infortunios morales y físicos que sufren no sólo los familiares de los guerrilleros, sino también su propia familia.
·         Novela de INICIACIÓN: comienzo de una trayectoria personal.
·         Novela REALISTA / ROMANCE: esta división atañe a la técnica realista (descripción concienzuda de los hechos, físicos y psicológicos) frente al mundo de la imaginación, de las sensaciones, de la visión casi poética de los hechos. El valor de esta novela radica en ese valor lírico del relato. Así, el monte, donde habitan los guerrilleros, no es un lugar inhóspito e impenetrable, sino que  adquiere en la novela una dimensión mágica, donde los hombres son sombras, siluetas que se adivinan, se intuyen.
 

 

3- EL MAQUIS EN LA NARRATIVA

No son muchas las novelas que tengan como protagonista directo al maquis. Destacamos:
 
·         El color del crepúsculo (1995); Maquis (1997); La noche inmóvil (1999) de Alfons Cervera.
·         Luna de lobos (1985), de Julio Llamazares.
·         La noche de los cuatro caminos (2001), de Andrés Trapiello.
·         El puente de hierro (1998), de César Gavela.
·         Donde nadie te encuentre, de Alicia Jiménez Bartlett.
·         El fragor del agua, de J. Giménez Corbatón.
·         El lector de Julio Verne, de Almudena Grandes.

4- ARGUMENTO

 
·         Nino es un niño que vive en Fuensanta de Martos, un pequeño pueblo de la Sierra Sur de Jaén. En 1947 tiene 9 años.
·         Su padre, Antonino, es Guardia Civil. Nino vive en la Casa Cuartel junto a su padre, su madre Mercedes y sus hermanas Dulce, la mayor, y Pepa, la pequeña.
·         Sus días transcurren entre la escuela y los juegos con sus amigos, también hijos de guardias civiles.
·         Un buen día de 1947 llega al pueblo Pepe el Portugués, un forastero solitario que vive apartado del pueblo en un molino abandonado, alejado de los vecinos, de sus chismes, sus rumores, sus críticas.
·         Pepe el Portugués es un hombre joven, atractivo, educado y apuesto, que en el pueblo pasa por ser un cobarde.
·         A Nino le gusta pasar las tardes con Pepe, bañándose en las pozas, merendando, cogiendo cangrejos o, simplemente, conversando, escuchando consejos, confesando intimidades, compartiendo sueños…
·         Mientras, en la Casa Cuartel las paredes son tan finas y tan porosas que, durante la noche,  a través de ellas se escuchan las torturas y humillaciones a las que son sometidos los detenidos. Nino tiene que mentir a su hermana y decir que los ruidos son películas.
·         Poco  a poco, Pepe se convierte en el mejor amigo de Nino, su maestro, su héroe, el hombre al que le gustaría parecerse de mayor.
·         Gracias a Pepe, Nino conoce a Las Rubias, mujeres viudas, huérfanas y rojas que viven en un cortijo; con ellas vive doña Elena, quien enseñará a Nino mecanografía, taquigrafía e idiomas, por deseo de su padre, pues teme que Nino, que es muy bajito, no dé la talla para ingresar en la Guardia Civil.
·         Con doña Elena descubrirá los libros, especialmente los de Julio Verne y los Episodios Nacionales de Galdós. También a Stevenson.
·         Por encima de todo, Nino aprenderá que la guerra no ha terminado y no terminará mientras haya guerrilleros como Cencerro (leyenda antes y después de su muerte) y guardias civiles dispuestos a matarlos.
·         Nino comprenderá que no quiere ser Guardia Civil, aunque dé la talla.
 
 

 

5- APROXIMACIÓN AL TEMA: las reflexiones del protagonista

 
Nino, en su inocencia, reflexiona y se pregunta muchas cuestiones en relación a lo que ve a su alrededor:
 
·         Su padre se siente culpable por lo que hace.
·         Su madre sufre y llora continuamente.
·         Sus padres no quieren volver a sus pueblos.
·         Su hermana, y él mismo, no pueden dormir.
·         Su familia no es feliz: viven una miserable vida.
·         Su pueblo está lleno de viudas y huérfanos.
·         Muchos hombres viven en el monte.
·         Muchas personas del llano arriesgan sus vidas para ayudar a los del monte.
·         Nino no puede invitar a chocolate a la nieta de una roja.
 
             A lo largo de los tres años (1947, 1948, 1949) Nino encontrará las repuestas a todas sus preguntas y entenderá, por fin,  que la verdad es  todo lo que ha sucedido. Aunque no le guste.
 

 

6- TEMAS

 
Tema central:      LA PÉRDIDA DE LA INOCENCIA. 
 
Otros temas:
-       La posguerra española: el trienio del terror (1947-1949)
 
·         Los represaliados (la crueldad, las torturas, la Ley de fugas, la ley 12 de 1940…).
·         La guerrilla (la resistencia).
·         La subsistencia (la recova ).
·         El costumbrismo: el esparto y la pleita, las bandas de música, las canciones populares (la vaca lechera), los calefactores (piedras y fundas), la costura (el largo de los pantalones de los niños), la gastronomía local (los pestiños, la limonada, el vino dulce, productos de subsistencia: huevos, brevas, cangrejos, truchas, miel…), el transporte (el tren, el coche de línea , La Pava), etc.
 
-       El aprendizaje:
 
·         La formación (mecanografía, taquigrafía, idiomas).
·         La lectura.
·         La ocultación. La falsa identidad. La mentira. El engaño.
·         La verdad (toda la verdad).
 
- La educación: don Eusebio y doña Elena: sistemas educativos enfrentados.
 
- La iniciación:
 
·         Comienzo de una trayectoria personal.
 
-       La Literatura (metaliteratura):
 
·         La novela de aventuras: Julio Verne, Stevenson.
·         La novela histórica:  Galdós y los Episodios nacionales.
·         Todas las referencias y títulos de la biblioteca de doña Elena.
·         La novela rosa (novela femenina en manos de Sonsoles Mediamujer).
·         La paraliteratura: novelas del oeste que vendía la Piriñaca (Curro las compraba todas).
·         Inés y la alegría. La unión entre El lector de Julio Verne y la primera novela de la serie viene dada por la “cocina de Inés”. Aparece en dos ocasiones.
 
-       El determinismo: la familia, el pasado.
 
-       La clandestinidad.
 
-       La fidelidad a unos ideales (la guerrilla).
 
-       La traición: Carambita, Comerrelojes, Pilatos.
 
-       El amor: Nino y Elenita; Pepe y Paula; Sanchís y Pastora; Filomena y Elías el Regalito; Los guerrilleros y sus mujeres; Antonino y Mercedes; Nino adulto y Maribel.
·         “Todos los libros hablan de amor, aunque no haya chicas, ni besos, ni boda final. Todos los libros hablan del amor aunque el amor no sea más que la fascinación, la difícil lealtad de un niño bueno y valiente hacia un valiente y codicioso pirata de palo con una pata de palo y el loro al hombro” (333).
 
- El ejemplo. El modelo. Las vidas paralelas. Nino / Pepe.
 
- La solidaridad. Encarnada en Pepe, en Catalina, en doña Elena. Los Fingenegocios tras la torura a Joaquín.  Insolidaridad sufrida por Catalina la Rubia (muerte de su hijo en brazos).
 
- El orgullo: es evidente en ambos bandos: muerte oficial y entierro de Sanchís / Tortura a Joaquín. En ambos se oculta la verdad para no ceder ante “el enemigo”.  En las Rubias es evidente. La mujer de Cencerro.
 
- El comportamiento humano: ¿maniqueísmo? (al margen de las ideologías).
 
- La reflexión histórica. “Una guerra que no ha acabado”. El epílogo, el “error estratégico”.
 

 

 

7- LOS PERSONAJES

 
      PERSONAJE “PRINCIPAL”.  PROTAGONISTA.  LA COMPLEJIDAD: NINO
 
            PERSONAJES “SECUNDARIOS”:
 
·         LA FAMILIA: el padre, la madre, las hermanas. La adaptación. El determinismo.
 
·         Pepe el Portugués: el modelo de Nino.
 
·         Tomás Villén Roldán, Cencerro: la leyenda. Romanticismo. ¿Guerrillero o bandolero?
 
·         Elías el Regalito, 2º Cencerro: la astucia. La leyenda continúa.
 
·         Doña Elena: la maestra. La educación integral.
 
·         Miguel Sanchís – Pastora – Antonio el Guapo (leyenda). El mimetismo.
 
·         Las Rubias:
-       Catalina, la madre: el sufrimiento. Las represalias. “A mí la vida me ha pegado mucho”. (P.170)
-       4 hijos varones desperdigados por el mundo; uno en Méjico, otro en Argelia y dos en Francia. Su otro hijo, Nicolás, se le murió en los brazos (insolidaridad).
-       Chica (Catalina): la más dulce e inocente.
-       Filomena: la recova. El orgullo. La huida.
-       Paula: callada, orgullosa, colérica. Pepe el Portugués.
-       Manoli, viuda de Blas (hijo de Catalina): dos hijos (Blas y Pedrito). P. 175
 
·         Don Eusebio, el maestro: la adaptación. El servilismo.
·         Don Bartolomé: el cura. Estereotipo del clero.
 
·         La familia Michelín:
 
-       Don Salvador, Michelín: la transformación, el sadismo, el fracaso.
-       Doña Concha: muy presuntuosa, “se daba mucho pisto”.
-       Las hijas Mediamujer: Marisol y Sonsoles, primera profesora de Nino.
 
·         Curro: el guardia más joven. Testigo de la muerte de Sanchís.
 
·         Elenita: primer amor. Deseos de urbanidad.
 
·         Paquito y Alfredo: condiscípulos y amigos de Nino. Recuerda en el epílogo sus destinos naturales.
 
·         Cuelloduro: anarquista dueño de la taberna. Llora tras la tortura a Joaquín, su yerno.
 
·         Las mujeres que se marchan del pueblo: Filo la Rubia, Fernanda la Pesetilla con sus dos hijos, María Cabezalarga e Isabel Marimandil, la más inesperada de todas.
 

8- LA ESTRUCTURA

 
·         El título.
·         Dedicatoria ( A Luis Cernuda): la España heroica.
·         Dedicatorias personales (a Cristino Pérez Meléndez y a Ángeles Aguilera Moya).
·         Nota previa: versos de Ángel González: la historia y la morcilla (La generación del 50).
 
PRIMERA PARTE: 1947.
SEGUNDA PARTE: 1948.
TERCERA PARTE: 1949.
 
               Cada una de estas tres partes esta dividida en tres capítulos de similar extensión.
 
CUARTA PARTE: “Esto es una guerra y no se va a acabar nunca”(Epílogo): de 1960 a 1979
 
HISTORIA DE NINO (Nota de la autora).
 
*** Desde el punto de vista interno, la novela se estructura en la evolución de Nino, en su aprendizaje durante el Trienio del terror hasta su situación, fruto de ese aprendizaje, en la clandestinidad, el activismo político, la cárcel y el encuentro, treinta años más tarde, con Pepe el Portugués, el famoso “Camilo”. Es ahí donde se observa, en el epílogo, la adaptación al modelo, siendo evidente el paralelismo entre ambas vidas, la del aprendiz y la del maestro.

 

 

9- LAS TÉCNICAS NARRATIVAS

 
 
·         AUTOBIOGRAFISMO: la novela se presenta como autobiográfica; es decir, Nino relata en 1ª persona, actúa como narrador – protagonista que vive la historia y se implica en ella.
·         NARRADOR – TESTIGO: el relato resulta más completo al vivir y presenciar los hechos, tomando partido, especialmente cuando tiene que decidir. Todo lo que él presencia como testigo es lo que le hace decidirse para “ser quien quiere ser”.
·         NARRADOR ACORDE: a pesar de la dualidad en que Nino se debate (amor a su padre y admiración por Cencerro), el narrador toma partido y muestra simpatías por los oprimidos y no tolera la violencia (engaña a su hermana y se engaña a sí mismo al escuchar las torturas).
 
              A los narradores, habría que añadir también:
- Los diálogos: en ellos sobresale el empleo de la lengua coloquial y el dramatismo. No son muy frecuentes en la novela. Se distinguen:
* Diálogos directos (suelen ser breves y presentan rasgos de oralidad).
* Diálogos inscritos dentro de la narración, sin marcas introductoras (agilidad narrativa).
* Discurso indirecto libre: “Al mismo tiempo que la luz, percibía su voz, vamos, Nino, arriba, que ya es hora, y un instante después, sobre la frente, el beso leve, apresurado, que inauguraba sin remedio la mañana”.
*Discurso referido: lo utiliza en aquellas ocasiones que, aparentemente se desvía del hilo argumental para referir una anécdota. Por ejemplo cuando don Eusebio reprende a un niño pequeño, Severino el Potajillo, porque iba a la escuela vestido con harapos; Elías el Regalito se encara a don Eusebio y le dice: “ Usted conoce a este niño, sabe cómo viven en su casa y que a su padre lo fusilaron, que su madre trabaja como una mula y no da abasto porque tiene cuatro más. ¿Por qué lo maltrata si usted no es así, si yo le conozco y sé que usted es un buen hombre, un buen profesor y una persona decente?” Con este discurso, pronunciado por un personaje, se evita que el narrador nos tenga que dar más datos y  explicaciones, especialmente en la caracterización del personaje que lo pronuncia, momentos en los que renuncia a la omnisciencia para que sean los propios personajes quienes hablen por sí mismos.
- El monólogo interior: en ellos se expresan los sentimientos más íntimos de Nino. Especialmente destacable es el que Nino pronuncia para sí cuando Sanchís le otorga la tarea de redactar una denuncia a Filo. Otro muy interesante en la p. 280.
 
- La yuxtaposición de relatos; están constituidos por largos períodos en los que se van insertando dos episodios, sin marcas. Un claro ejemplo es el episodio de las torturas que Pepa y Nino escuchan a través de las finas paredes. Son dos acciones antitéticas que provocan un efecto dramático. Otro idéntico con Fernanda la Pesetilla detenida (p. 151)
- La estructura poemática: especialmente visible a través de construcciones a modo de estribillo. El más repetido es “esto es una guerra y no se va a acabar nunca”, pronunciado inicialmente por la madre. La imagen del Portugués siempre es muy lírica, resaltando y repitiendo al aludirle el color de su piel y su pala partida como un cuchillo…
- La oralidad: se intercambian los pasajes en lengua literaria (por ejemplo las descripciones, que rozan el género lírico) con otros en los que prevalece la oralidad (p. 40: Dulce le cuenta a Nino en “un susurro” cómo los guerrilleros asaltan al alcalde de Alcaudete; todo lo que le cuenta comienza con la partícula “que”, como se cuentan oralmente las anécdotas, especialmente en el mundo infantil. o las intervenciones de la madre, llenas de expresiones coloquiales e incluso vulgares, que en ocasiones, se observarán en Nino, como el apelativo “cabrón”, “ese sádico de mierda”, etc); o la nota costumbrista de la canción de la “vaca lechera”…

 

10- ESPACIO Y TIEMPO

1-     EL ESPACIO.
La acción transcurre en un espacio rural y en una población concreta: Fuensanta de Martos, en la Sierra Sur de Jaén. Podemos distinguir:
a)     Espacios abiertos:
·         El monte. Refugio de la guerrilla. Es un espacio lírico. En ningún momento se refiere a él como un lugar lleno de peligros e impenetrable, sino que sus referencias aluden más a lo mágico; de ahí su lirismo, su valor poético.
·         El llano: es más realista. Representa la “falsa civilización” y, por ello, la opresión.
·         El río. Lugar de paz y recreo para Nino.
·         El paisaje: el de Jaén frente al de Almería.
·         Otras poblaciones: pueblos de la provincia (Castillo de Locubín, Martos, Valdepeñas…).
·         Granada, en el epílogo.
b)    Espacios cerrados:
·         La casa cuartel. Las habitaciones. Las paredes.
·         El molino abandonado.
·         El cortijo de las Rubias.
·         La casita de doña Elena.
·         La taberna de Cuelloduro.
·         Otros…
 
 
 
2-   EL TIEMPO.
Distinguimos entre el tiempo histórico, el tiempo narrativo y el ritmo narrativo.
a)     Tiempo histórico: posguerra española. Trienio del terror (1947 a 1949). En el epílogo la época previa a la transición democrática: de 1960 a 1979.
b)     Tiempo narrativo: Nino tiene 9 años al comienzo de la novela y 11 al final del tercer capítulo. En el cuarto capítulo se presenta al Nino adulto: tiene 22 años en el inicio del epílogo (1960) y 39 en el cierre (1979)
c)     Ritmo narrativo: si a lo dicho anteriormente añadimos el ritmo que se consigue, podemos concluir que: - el relato del protagonista versa sobre un hecho pasado; - el narrador protagonista relata desde su presente y selecciona los episodios más significativos de su pasado, que traslada al lector en un orden cronológico relativamente ordenado; - existen algunas anticipaciones que dan viveza al relato; - se introducen algunos saltos y se retrasa o acelera el ritmo temporal para crear efectos estilísticos de contenido dramático. Por ejemplo, se presenta a los personajes directamente para, después, contar la historia de los mismos y, con ella, caracterizarlos (las anécdotas persiguen el mismo fin). El ritmo del epílogo es más rápido, y viene a constatar que el aprendizaje del protagonista ha sido efectivo.

11- SIMBOLISMO

 
            Todo discurso literario presenta una riqueza inagotable de fenómenos de sentido. La perspectiva simbólica es una entrada enigmática y sugerente al mundo de los significados humanos.
 
           Intentemos descifrar la simbología de El lector de Julio Verne.
 
            Nino viaja al pueblo de su madre, cerca del mar, en Almería, al que ella no había regresado desde hacía diez años; allí nunca hacía frío, crecían flores en invierno (adelfa, hibisco, buganvilla) que el protagonista compara con amapolas y margaritas que, en su pueblo, sólo aparecían en primavera. Desde el punto de vista de la simbología, nos importa especialmente el regreso de ese viaje, por lo que reproducimos un fragmento del mismo:
 
(p. 26) En Almería había aprendido que las cosas no son como parecen  y en las primeras estribaciones de la sierra, mientras el paisaje se iba ondulando, acatando de olivo en olivo la voluntad de las montañas que se elevaban al fondo, volví a pensarlo. La Pava, porque ya estábamos en casa y podíamos llamar al coche de línea por su nombre, avanzaba siempre cuesta arriba. Yo miraba por la ventanilla, recordaba la explosiva belleza de las flores que bordeaban un desierto llano, pedregoso, donde nada más crecía, y me alegraba de haber nacido tan lejos del mar. Desde la carretera, los montes parecían sólo piedra y arbustos, rocas yermas bajo un cielo inclemente, pero quienes habíamos nacido entre ellos los conocíamos bien, y conocíamos la riqueza que escondían para quien fuera capaz de encontrarla.
 
El pasaje es fundamental para el desarrollo del relato, sobre todo por su efecto premonitorio. La primera afirmación nos conduce al aprendizaje y al tema de “la verdad”. El paisaje se conforma a voluntad de las montañas, que se nos presentan personificadas, sin hacer referencia a una relación metonímica entre ellas y quienes las habitan, sino directamente, como si las montañas tuvieran valor por sí mismas. La cuesta arriba, efectivamente, representa el sacrificio que, como sabremos más adelante, es múltiple, afecta a todos por igual. El narrador las contrapone al mar: aquel no es su sitio, su sitio está en las montañas, que, para él, encierran la mayor riqueza: la fidelidad a unos ideales.
 
La continuación de este fragmento es de los más ricos del libro desde el punto de vista simbólico:
 
(pp. 26-27) Porque en los montes no brotan las adelfas, no hay hibiscos tropicales, ni buganvillas con racimos de flores rojas, rosas, blancas o moradas, pero hay perdices y conejos, liebres y codornices, patos que vuelan o nadan en los lagos. Los arroyos que bajan de las cumbres con tanta prisa como si la nieve los persiguiera, acunan truchas que engordan en su agua dulce, fría, y a veces, en las pozas donde a la fuerza se remansan, se instalan tumultuosas familias de cangrejos. En las orillas, crecen caracoles entre algunas hierbas que curan enfermedades, y por todas partes espárragos silvestres que al final de la primavera están maduros, como las moras en verano, antes de que el otoño siembre el suelo de setas comestibles. El invierno es peor, pero en invierno bajan los jabalíes que huyen del hielo, y los ciervos se desorientan, se alejan de la manada y, con suerte para los cazadores, se pierden de vez en cuando. En los montes hay cuevas donde resguardarse del frío, sotos umbríos donde escapar del calor, colmenas repletas de miel en los huecos de los árboles, y agua de sobra para beber, para lavar y hasta para bañarse. Hay muchas cosas en el monte para quien sepa encontrarlas. Por eso, y aunque por una razón o por la contraria nadie lo dijera nunca en voz alta, todos sabíamos que los montes de mi pueblo estaban llenos de gente.
 
            Todos los elementos que aparecen en este fragmento representan algo, esconden un significado. De la misma forma que el engaño y la simulación van a ser fundamental en todo el libro (verdadero aprendizaje de Nino),  la autora nos esconde en esta lírica descripción varios temas que poco a poco se irán desarrollando a lo largo del libro.
 
·         Perdices y conejos, liebres y codornices. La perdiz es, desde la Edad Media, símbolo del engaño y la simulación (ya hemos advertido de la importancia de este tema en el libro), pero también es símbolo de la lujuria; el conejo se asocia a la fertilidad, a la primavera, al renacimiento; la liebre es la lujuria, la fertilidad (se asocia más al otoño y la abundancia); animal emblemático lunar, pues duerme de día y tiene actividad nocturna; simboliza también la prevención, pues duerme con los ojos abiertos. La codorniz está asociada al ardor amoroso.
Si tenemos en cuenta lo que ocurre entre el llano y la montaña, podemos observar fácilmente que nada de todo esto es gratuito. Como la perdiz, los habitantes de Fuensanta de Martos deben simular y engañar para encontrase con los hombres que se refugian arriba en la montaña, lo mismo que deben hacer las mujeres al quedarse embarazadas (lujuria, ardor, pasión, fertilidad, como simbolizan todos estos animales); y todos, como la liebre, actúan de noche y… deben estar alerta.
 
·         Los patos. Son varias las asociaciones del pato; de todas ellas nos quedamos con el símbolo de la fidelidad, por la costumbre de nadar juntos. Nino y Pepe el Portugués lo hacen y es evidente en ellos la fidelidad.
·         Los arroyos (río, pozas, agua, fuente…). Por su condición de aumentar su caudal a medida que avanza, el río simboliza al caballero que regresa a casa enriquecido de erudición y fortuna. La pozas representan la paz y tranquilidad, el agua la vida, la fuente la filantropía, la esplendidez… Es decir, puede aplicarse a nuestro protagonista, que en esos encuentros con Pepe irá aprendiendo todo de la vida y, en sus ratos con él, encontrará la paz.
·         Truchas. Es símbolo de ánimo ardiente en la guerra y tranquilo y sereno en la paz. Son los animales que mejor se asocian con Pepe el Portugués. A Nino le dará truchas para su madre, truchas sonrosadas y escurridizas, como Pepe y, al final, como Nino.
·         Cangrejos. El cangrejo, que también es símbolo del agua, presenta un caparazón que lo protege del mundo exterior; pero, como cambia de caparazón mientras crece, representa la resurrección; es evidente su aplicación al crecimiento de Nino. Ese caparazón será el aprendizaje de Nino, aprender a simular, a fingir sus verdaderos propósitos e intenciones; el crecimiento, el cambio y el aprendizaje sería la resurrección.
·         Caracoles. Representa la simplicidad, el vivir con lo puesto; en Méjico, la resistencia zapatista lo adoptó como símbolo de la resistencia; en la cultura maya representa la espiral, lo cíclico, frente a la concepción lineal; por la entrada y salida del caracol de su caparazón,  representa la entrada y salida del mundo, asomarse y esconderse…. Todas estas asociaciones son aplicables. La vida de una familia pobre, sin ostentaciones, la educación en lo simple… La resistencia de la guerrilla… Lo cíclico, en una guerra que no se va a acabar nunca… La simulación, la doble vida…
·         Hierbas que curan enfermedades. Las hierbas representan la ocultación y, por su capacidad de sanar, la esperanza y la ilusión, por un lado y, por otro, el éxito y la consecución.
·         Espárragos silvestres (primavera), moras (verano) setas (otoño). Entre los elementos de la flora descritos se establece cierta simetría con la fauna en lo referente a su significación. El aspecto fálico del espárrago (“crecen por todas partes”) nos conduce los guerrilleros que desean estar con sus mujeres, especialmente en primavera, momento idílico para los encuentros amorosos; pero las moras representan los placeres que rápidamente caducan, es decir, lo efímero de esos encuentros; las setas, por su parte, se relacionan con el engaño (comestible/venenosa), tarea necesaria para hacer efectivos esos encuentros.
·         Jabalí que huye del hielo. El jabalí simboliza el desenfreno y la osadía temeraria, al mismo tiempo que la intrepidez y el arrojo. Ésta es la actitud de algunos guerrilleros, como Elías el Regalito, que en su ardor amoroso (antítesis del hielo) desafía los peligros para encontrarse con Filo.
·         Ciervos que se desorientan, se alejan de la manada… suerte para los cazadores. El ciervo es un animal que representa el ánimo esforzado, que saca y recobra energías aun en las ocasiones más adversas. Pero, si se desorientan pierden toda su capacidad y energía. Esa desorientación viene a identificarse con los arrepentidos o  los delatores, que se alejan de “la manada”, del grupo que conforma la guerrilla recluida en las montañas; en esas, ocasiones, “los cazadores”, es decir, la Guardia Civil, pueden hacerse con ellos.
 
·         Miel. Simboliza la dulzura, la suavidad, el sumo bien celestial o terrenal; por consiguiente, también el estado de felicidad. Por su valor alimenticio simboliza la energía vital y la inmortalidad. En la Antigüedad, era un alimento místico, ya que lo produce un animal inocente a partir de las inocentes flores y, además, sin necesidad de hacerle ningún daño. Simbolismo, pues, de conocimiento espiritual, de iniciación, paz y tranquilidad. La interpretación psicoanalítica es de “símbolo del yo”, de la plenitud del proceso individual de maduración. Insistimos en este símbolo por su doble significación en la novela. Sanchís solicita a Pepe miel para Pastora, cuya relación es el símbolo de la dulzura en grado sumo. Pero la miel también es una clave entre ambos, un código establecido por quienes tienen que simular para ocultar su condición a favor de su causa, en busca de la felicidad. Además, la inocencia, aparente, estaría representada en Pepe el Portugués.
 
            ***  Con este breve pasaje descriptivo, podemos hacernos una idea de la intencionalidad de Almudena Grandes en su tarea de escribir. Admiradora ferviente de Benito Pérez Galdós, basa su arte narrativo en la verosimilitud, en el realismo más puro, aunque salpicado de lirismo; al igual que él, los elementos que otorgan veracidad al relato (documentación exhaustiva, fiel recreación histórica, autenticidad de lo cotidiano…) se impregnan, al mismo tiempo, de una simbología perfectamente apoyada en el desarrollo de la acción, por lo que nada es gratuito. Por ello, el lector debe tener en cuenta esta intencionalidad y descifrar ese lenguaje simbólico.
 
               En la novela se recrea la actividad de la recova, forma de vida de las clases más humildes durante la posguerra y, por supuesto, perseguida.  Filo la Rubia la practica. De los productos con los que mercadea nos interesan los huevos y las brevas. Los huevos son siempre símbolo de la fertilidad; los higos simbolizan también lo fértil y la abundancia, la capacidad para multiplicarse; frente a otros frutos, el de la higuera se recoge poco a poco; los higos maduran normalmente en otoño; sin embargo, las brevas permanecen latentes si llegan los fríos y maduran con el calor y las lluvias de la siguiente primavera, por lo que son frutos más jugosos. Huevos y brevas representan en Filo esa fertilidad de la que carece Pastora, compañera de Sanchos.
 
               Ciertos elementos, aparentemente aislados, adquieren significación en la novela. Doña Elena advierte a Nino que si se ausenta por algún motivo, dejará un pañuelo en una rama del tomillo que tiene junto a la entrada. Según los griegos, el tomillo nacía de las lágrimas de Helena y tenía poderes curativos. En los países mediterráneos se consideraba como una planta protectora  del hogar: colocando unas ramas de tomillo en un rincón se creía que evitaba la caída del rayo y las malas influencias; otras creencias le atribuyen  el evitar pesadillas si se coloca bajo la almohada; también se utiliza en hechizos que favorecen la autoestima, la energía, la seguridad. Pero la simbología más frecuente del tomillo es la representación del coraje, de la elegancia y del estilo, cualidades perfectamente aplicables a la maestra de Nino, cuya casita está presidida por ese tomillo.
 
                La llave de la casa, que doña Elena dejará escondida durante su ausencia para que Nino pueda seguir yendo a coger libros, representa la iniciación y la sabiduría. Esa gran biblioteca que tanto admira Nino no es otra que la representación de la felicidad.
 
              Con Doña Elena, Nino toma pestiños y bebe vino dulce de Málaga. Ese rito de tomar, especialmente dulce, nos remite al mundo de las hadas, a Alicia en el país de las maravillas, y representa la transformación. Es evidente la transformación que Nino sufre durante sus clases con doña Elena. Lo mismo que le ocurre con la compañía de Pepe, con quien gusta merendar y bebe limonada; los limones que corta Pepe representan lo ácido, lo amargo, lo que Nino debe aprender… toda la verdad. Asimismo, la transformación viene representada por el cambio de piedras a botellas con fundas (calefactores) de la mano de la madre, aun sin tener la edad.
 
               Algunos de los nombres propios escogidos posen valor por sí mismos. Además de la cercanía fonética con Cristino, personaje real en quien Almudena Grandes basa su historia, en la significación del nombre de Antonino se encierra una lucha entre los deseos de actuación rápida y la tendencia a replegarse sobre sí mismo, rasgos más aplicables al hijo que al padre. En Sanchís, conocido con el sobrenombre de “El ángel de las mujeres”, su nombre, Miguel, remite al Antiguo Testamento, al Libro de Daniel, que lo llama “Príncipe” del pueblo elegido; en las Cartas de Judas, se le representa en su lucha con Satanás: lideró la defensa de Dios cuando se sublevaron los ángeles del diablo. No es descabellado atribuirle a Sanchís la misión de defender unos valores arrebatados por un diablo… cuya identidad todos podemos adivinar. El nombre de su compañera, Pastora, se identifica con el cobijo, la protección, lo que Sanchís encuentra en ella. Filomena, que en griego significa “la muy amada”, se relaciona con la arrogancia y el orgullo, la altivez y el idealismo, cualidades propias del personaje.

 

12- EL ESTILO

 
               A lo largo de toda la exposición hemos ido haciendo referencias acerca del estilo de Almudena Grandes, especialmente visible combinado con las técnicas narrativas A modo de resumen podemos concluir que, desde el punto de vista estilístico, existen al menos dos modalidades diferentes:
 
a)     El narrador realista: perfectamente documentado, da muestras de objetividad a lo largo de todo el relato a favor de la verosimilitud. Afecta a toda la recreación histórica, a la geografía, las costumbres, la flora, la fauna… En los diálogos directos se aprecian los coloquialismos, especialmente en la figura de la madre. No repara en acudir al lenguaje grueso que no sólo ayuda a caracterizar al personaje, sino que advierte de su complejidad, de su transformación (Nino llamando para sí a Sanchís repetidamente  “cabrón, cabrón cabrón”). El narrador del epílogo, el Nino adulto, es mucho más lineal, su prosa está completamente estandarizada, recurriendo sólo al leguaje coloquial en las conversaciones con Maribel.
b)     El narrador lírico: las apreciaciones del narrador desbordan la mera descripción omnisciente y están llenas de valoraciones; éstas no sólo se centran en la emotividad positiva, sino que  abordan el terreno del dolor, de la tragedia, del horror. En ocasiones, la autora hace que éstas se intuyan (relatos yuxtapuestos) y en otras es muy explícita. El lirismo llega a su máxima expresión en la referencia al monte, visto como algo mágico, envuelto en un halo de misterio poético; es el espacio en el que menos se recrea para ser objetiva: es un monte subjetivo, visto por los ojos acordes de un niño o, más bien, un adulto que narra como un niño. Este narrador lírico recurre al periodo oracional largo, especialmente en los momentos de mayor tensión dramática, como en los episodios yuxtapuestos, en las persecuciones, torturas, acosos, injusticias… La repetición de ciertos periodos oracionales a modo de estribillo viene a reforzar esa concepción poemática de la novela.


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